¿Saltarse el desayuno puede afectar al rendimiento escolar? La respuesta es un sí rotundo. El desayuno es la comida más importante del día, ya que es la primera comida y debe cubrir el 25% de las necesidades calóricas diarias. Después de las horas de sueño, nuestro cuerpo necesita la energía del desayuno para realizar las primeras actividades del día con energía.
En España, y principalmente entre la población adolescente, se omite el desayuno antes de ir a clase. Según la vicepresidente de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPAP), los adolescentes que no desayunan tienen un menor rendimiento escolar y sufren irritabilidad y cansancio.
Más del 20% de los adolescentes no desayunan
Según este estudio, realizado por Nutricionistas, Profesores, Pediatras y Endocrinos españoles, más del 20% de los jóvenes adolescentes españoles van a clase sin desayunar, sin ser conscientes de las graves consecuencias de déficit mental que esto provoca. Verónica Iglesias, enfermera del Instituto Sierra de Guadarrama en Soto del Real, señala que atiende entre cuatro y cinco estudiantes al día por mareos o dolor de cabeza. “Hay alumnos que no comen nada desde la cena del día anterior hasta la hora de la comida del día siguiente”, afirma Iglesias.
La costumbre de no desayunar se da más en chicas que en chicos, y es algo que aumenta con la edad. Las cifras más altas de alumnos que no toman la primera comida del día se dan el último año de Educación Secundaria, Bachillerato y en los grados medios de Formación Profesional. Por otro lado, según los expertos, los estudiantes que sí desayunan solo toman un vaso de leche, un café, bollería o productos de alto contenido en grasas y azúcares.
Paco Botella, coordinador del área de Nutrición de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), afirma que los adolescentes españoles no saben desayunar. “Consumen mayoritariamente productos ultraprocesados con mucho azúcar, zumos embotellados y lácteos preparados”, reconoce Botella.
Consecuencias de saltarse el desayuno
La mayoría de los menores que no desayunan acuden a los institutos decaídos y con un humor más irritable, demostrando falta de interés y mal comportamiento en las aulas. Ir a clase sin desayunar favorece la obesidad infantil y afecta al rendimiento escolar, señalan los expertos.
Los alumnos que desayunan tienen mejor nivel de retención y aprendizaje, ya que su nivel de hierro está a unos niveles adecuados. Según los profesionales, existe una relación directa entre la falta de horas de sueño y la alimentación. Los adolescentes tienden a tomar alimentos altos en grasas y comidas que no son saludables, alterando a su sistema nervioso y retrasando la hora de irse a la cama.
El 87% de los alumnos de secundaria duermen menos de nueve horas diarias, el mínimo de horas de sueño recomendado para adolescentes. Esto tiene como consecuencia que muchos menores se levantan tarde, sin apetito y acumulando cansancio durante toda la semana.
Campañas educativas y entorno familiar
Muchos centros educativos trabajan y hacen programas específicos para concienciar a los jóvenes a realizar un desayuno adecuado y seguir una dieta saludable. Aun así, los profesionales señalan que es fundamental que en el entorno familiar se trabajen estas costumbres. “Si en casa se come saludable, fuera de casa también. Cuando los menores desayunan en familia, su ingesta es mejor, tanto en esta comida como en las demás del día, porque hay una transmisión de hábitos alimentarios saludables”, señala Leis, Pedriatra de la AEP.
Es necesario concienciar con campañas educativas de las graves consecuencias que conlleva el no realizar la primera comida del día. El papel de los profesores y del entorno familiar es fundamental para desarrollar buenas costumbres dietéticas entre la población más joven.